Algunos consejos todos los que voy a poner no es cosa de un día y con eso ya está todo el trabajo hecho. Se trata de un esfuerzo constante que tenemos que adaptar a nuestra vida cotidiana de la mejor forma posible para que no nos cansemos pasado un tiempo.
1. Bebe mucha agua
Y cuando digo mucha no es 1 litro, o un litro y medio, hablo de 2 a 3 litros diarios. Puede parecer una barbaridad pero es lo que más se nota. Este consejo daría para hablar otro día porque se pueden citar muchas ventajas: mejora el sistema urinario, piel hidratada, transporta más veloz de los nutrientes a través del cuerpo, mejores digestiones y un largo etcétera. Lo más seguro es que los primeros días te cueste adaptarte a esa costumbre, pero aguanta el tirón y verás como en un semana empieza a ser algo de lo más normal y pronto empezarás a notar sus beneficios.
2. Haz abdominales y lumbares
Muchas chicas se matan a hacer abdominales y ya está. Sin embargo, después una lesión de espalda que tuve hace un par de años, me di cuenta de lo importante que es mantener un buen equilibrio abdominolumbar. Lo que hago yo personalmente es hacer abdominales y lumbares 3 días a la semana durante 20 minutos. No supone una gran pérdida de tiempo, por lo que no hay excusas. Hago 3 series de 25 repeticiones para la parte superior de los abdominales, otra para la inferior y luego 3 series de 25 repeticiones también para las lumbares. Puedes considerar que no sirve para nada hacer las últimas, pero no sufrirás lesiones y, además, lucirás una espalda baja muy bonita.
3. Haz ejercicio aeróbico
Hacer sólo abdominales no sirve para adelgazar y lucir ese vientre que deseas aunque ese sea el pensamiento popular. Una vez leí que habría que hacer algo así como dos millones de abdominales para perder un kilogramo de grasa, imaginaos. Hacer abdominales sólo sirve para endurecer el vientre, para tonificarlo. Sin embargo, si se desea perder la tan odiada grasa abdominal, lo que se ha de hacer es ejercicio aeróbico. ¿Y qué es el ejercicio aeróbico? Pues todo aquél que haga que tu corazón se mueva a un ritmo adecuado para quemar calorías: correr, andar, bicicleta, saltar a la comba, etc. No hay que hacer estos ejercicios como si te fuese la vida en ello, al revés, hay que hacerlos de forma calmada para no pasarse de pulsaciones. Según muchos estudios, el pico de la pérdida de grasa se produce al 65% de nuestra máxima frecuencia cardíaca, por lo que no tardarás mucho en darte cuenta de que para ir a ese ritmo no hay que hacer mucho esfuerzo. Sal a andar con una amiga y cómprate un pulsómetro cuando hayas cogido el hábito de hacerlo, te ayudará mucho. En unas semanas puedes ver como empiezas a perder grasa abdominal.
4. Sé constante
No vale de nada hacer los consejos que he puesto si no los haces todas las semanas, todos los meses. Es el factor más importante: la constancia. Sigue los consejos durante mucho tiempo y tu vientre notará los resultados.
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