
Lo demostró la semana pasada ante un nutrido grupo de periodistas que se quedaron atónitos con las habilidades del autómata, capaz de distinguir objetos y obstáculos gracias a las cinco cámaras con sensores láser que lleva en la cabeza.
El robot que Toyota ha creado, en colaboración con la Universidad de Tokio, todavía no ha sido bautizado, pero se trata de una versión del robot violinista que ya presentó hace apenas un año. Y claro, si un robot es capaz de empuñar un Stradivarius, que no podrá hacer agarrando un mechudo para trapear.
Unos ejemplos de Toyota:
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